Sueños de robot


Desde mi horizonte de playas rosadas.
No existen castillos.
Ni piel de arena.
No existe la carne en mis recuerdos.
La memoria envasada no traspasa los límites impuestos.
Entonces,
la cárcel se libera
y emergen de las sombras, los sueños,

y puedo ver el mar turquesa...
pero las pesadillas me retraen con sus garras
a la maldita certidumbre
de ser sólo un metal
retorcido y oxidado.
Tirado en mi horizonte de playas rosadas
cada vez más cercano a ese mundo,
acaso tan real,
como esta vieja maquinaria.


(Inspirado en "Sueños de robot" de Isaac Asimov)
Escribí este poema hace muchos años pensando en que sentiría un robot en el momento en que tome conciencia de si mismo y se de cuenta de que es sólo una máquina.
¿Qué sentirían ustedes?

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